Las palabras
como tales no deberían ser más que postes indicadores que pretenden dar un
señalamiento, simplemente nos direccionan; nos dan una luz. La palabra “miel”
no tendría ningún significado si usted nunca hubiese tenido la dulce experiencia de
estar en contacto con la miel. La mente humana por su disfuncionalidad busca
siempre encasillar lo fundamental en conceptos e identidades que usan como
marco las palabras. Si en un simposio los científicos más brillantes y
reconocidos del planeta nos dijeran que la miel es amarga ¿Acaso les
creeríamos? Todos los conceptos acumulados en nuestra mente desde pequeños no serían mas fuertes que el mensaje en si.
¿Simplemente los hemos aceptado tanto individual como colectivamente? ó ¿Son
experiencias innegables como el hecho de que la miel es dulce?
Darío
Morales
17 de
octubre de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario