"...¿Acaso crees que tu riquísimo mundo podría ayudarte
a llegar a ser hombre de conocimiento? -preguntó don Juan [a Carlos] con leve
sarcasmo (...)
-En otras palabras -dijo, sonriendo con franqueza,
obviamente al tanto de que yo tenía conciencia de su ardid-, ¿pueden tu libertad
y tus oportunidades ayudarte a ser hombre de conocimiento? -¡No! -dije
enfáticamente.
-¿Entonces cómo pudiste tener lástima a esos niños?-dijo con
seriedad-. Cualquiera de ellos podría llegar a ser hombre de conocimiento.
Todos los hombres de conocimiento que yo conozco fueron muchachos como ésos que
viste comiendo sobras y lamiendo las mesas..."
Carlos Castaneda 1976
No hay comentarios:
Publicar un comentario