Dar gracias a Dios y al Universo cuando la vida parece darte
la espalda pareciera algo muy difícil de realizar, sin embargo es la única y
más acertada acción que se pueda llevar a cabo. La gratitud es una frecuencia.
Es la frecuencia correcta. Cuando nos quejamos, nos enojamos, entristecemos o
sufrimos en general esa frecuencia suele cambiar.
Volver a la frecuencia correcta no siempre resulta fácil
pues las problemas pueden ser muy graves y las situaciones muy diversas y
complejas; sin embargo se puede con disciplina diaria, con constancia y
dedicación. Debemos volvernos vigilantes de nuestra frecuencia interna y estar
siempre atentos a dar gracias en todo momento.
Siempre habrá motivos para dar gracias al universo, por más
pequeños e insignificantes que parezcan.
Al dar gracias volvemos a
sintonizarnos y a vibrar en la frecuencia correcta, para que nuestros
sentimientos cambien y las cosas buenas empiecen a manifestarse nuevamente. #Gracias #Universo #Emprendedurismo #EntrenarLaMente
Darío
Morales
10 de enero
de 2015
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